jueves, 12 de abril de 2012

Futurismo
















La tristeza infantil, una hiriente realidad.
Los niños no son inocentes, han sido violentados precozmente por su entorno, su frágiles mentes han adquirido conciencia de la vida, tal cual es, no hay cuentos de hadas que explique que ahora su padre ya no vive, que un día salió de casa  y no regreso, que solo encontraron lagrimas al preguntar que se acompañaron de palabras absurdas  ilegibles asta para grandes.
Que triste es encontrarse en una edad en la que todo es nuevo, y no querer salir ha descubrirlo por el miedo que
da enfrentarse a ese patio lleno de niños, que justificados en su edad y en el juego lastimas y llerén tu psiquis, tu cuerpo, con tonterías banales de insultos y golpes, inofensivos ante los ojos de adultos.
El mudo de colores se vuelve metálico en el propio ceno familiar, hay dos mundos para un infante, la casa y la escuela, son paralelos como un reflejo. Si uno falla el otro también. El niño puede sentir que su mundo se vuelve de cabeza.
El cartel tipográfico  esta hecho con estilo futurístico, en digital y manualmente con marcadores metálicos.

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